EL DIOS DE LA LLUVIA
El Dios de la lluvia es Fery. Puede hacer llover a su antojo, para su desgracia y la nuestra. Digo desgracia porque así que Fery se acerca a un tejado, a trabajar, se pone a llover. Él se harta a repetirlo, pero nadie se lo cree. Nada más nos lo creemos Doc y yo, porque lo hemos visto, lo hemos sufrido, lo sufrimos y nos cuesta unas buenas mojaduras. Por aquí, es costumbre labriega y religiosa, sacar santos y vírgenes de romería cuando la sequía amenaza las cosechas, pasean las imágenes con devoción pidiendo agua para sus campos. Les iría mejor si pusieran a Fery encima de las andas y lo llevaran a reparar un tejado. Entonces sabrían lo que es un milagro. Entonces verían con sus propios ojos, como lo hemos visto nosotros, teñirse de gris el firmamento todo y caer agua sin medida ni conocimiento. Verían abrirse las fuentes del abismo, las compuertas del cielo y los grifos de San Pedro. Agua y agua, como en el antiguo testamento pero sin cruces ni padrenuestros.
Diecisiete calderos por metro cuadrado y, si no bajan a Fery del tejado, protección civil va a tener mucho trabajo, las calles se convertirán en ríos, los ríos se llevarán los puentes, los pueblos quedarán incomunicados, la comarca será declarada “zona catastrófica” y los labradores recogerán subvenciones en lugar de alubias. Fácil, muy fácil, pero la gente no se lo cree.
Yo sí, yo he visto un cielo claro y despejado, raso que dicen por aquí, convertirse, en un pestañeo, en abismo amenazador, presto a descargar toda su furia al menor intento de subirse Fery al tejado.
Doc y yo lo hemos pensado a menudo, comprar una gran furgoneta y tres paraguas y llevarnos a Fery por los pueblos, ofrecer lluvia bajo pedido, en la finca que se desee, a la hora que se escoja, sin romerías, sin poner velas a nadie. Con un bonito megáfono por el que anunciar:
–EL LLOVEDOOOR, HA LLEGADO EL LLOVEDOOOR.
–SE RIEGAN FINCAS A CAPRICHO, HUERTOS, SEMILLEROS.
–LLENAMOS DEPÓSITOS, ALBERCAS, POZOS, ESTANQUES.
–EL LLOVEDOOOR, HA LLEGADO EL LLOVEDOOOR.
–QUINIENTOS EUROS POR HORA. (Que estamos hablando de un milagro y la furgoneta cuesta una pasta)
A estas alturas estaríamos forrados. O nos meten en la cárcel por dejar en el paro a tanto meteorólogo y arruinar a los del meteosat, y a Fery se lo lleva la NASA para estudiarlo. Porque algo tiene.
Pero, la gente, no se lo cree.
¿Y si este chico se dedicase sólo a cultivar su arte por la música y dejase de hacer pinitos por encima de los tejados no sería mejor para todos?