FLAN DE HUEVO
Esto no va bien, y no me refiero a la obra. De la obra no se puede esperar otra cosa que imprevistos y chollos. Es la libreta eléctrica la que no va bien. Parece ser que, algunos, no consiguen entender el concepto.
Si digo: Estoy pensando en dejar la obra y dedicarme en cuerpo y alma a la libreta eléctrica, tener más tiempo para escribir, más tiempo para deleitaros con mis agudísimas observaciones. Más tiempo para alegraros la vida con mi fantástico sentido del humor. Más tiempo para indagar en el alma humana y mostrároslo de forma divertida, didáctica y sencilla. Más tiempo para difundir a los cuatro vientos esa filosofía de obra, humana y asequible para todos. Más tiempo para descubrir, en el día a día, lo ruin y lo admirable del ser humano.
Pues no. -¡Por favor! Sigue escribiendo, sigue indagando, sigue difundiendo, sigue alegrando, sigue deleitando, sigue descubriendo, pero, ¡no dejes la obra! Es muy divertido.
Si digo: Voy a dejar de ver la tele porque ya me aturdí bastante en tres días y no quiero seguir embotando el cerebro con tanto barro como sale por ella.
Pues no. -¡Por favor! No dejes de ver la tele. Nos encanta la tele desde ese punto de vista tuyo.
Si digo: Quiero que reine en la libreta eléctrica un ambiente cultural y educativo, una búsqueda de los humanos valores, una lucha por la victoria del criterio propio y el paisanaje, una independencia que no se someta a lo políticamente correcto y a la estupidez del rebaño.
Pues no. ¡Por favor! Haz todo eso. Sí. Pero, podrías explicarnos, antes, qué es un relé. ¿Y la tapa del delco?
A ver. ¿Dónde hablé yo de, dar desde aquí, un cursillo de mecánica?
¿No quedó claro desde el principio que la obra era un IM-PE-DI-MEN-TO para la noble función de escribidor que tanto nos gusta?
¿No dije bien claro que nunca veo la tele?
¿Cómo puedo yo, para complaceros, trabajar en la obra que tanto os gusta, seguir viendo la tele cuatro horas diarias para pasarlo al papel, impartir cursillos de mecánica, bajo pedido, y además escribir divertidas historias?
Bien, parto de la base de que soy torpe, muy torpe. No he sabido hacerme entender. No he sabido darle a la libreta ese espíritu que yo deseaba Acepto mi responsabilidad, pero no como nuestros gobernantes, que aceptan su responsabilidad pero no les cuesta un duro. No, yo la acepto de verdad. Entonces, aquí seguiré, escribiendo de la tapa del delco, del relé, de la obra, de la tele y de un montón de cosas que no me gustan. Aquí seguiré pagando, con sacrificios, mi torpeza a la hora de enfocar esta libreta. Me gustaría escribir, algún día, sobre alguna de las muchas cosas que sí me gustan. Por ejemplo: El flan de huevo. Gracias, a todos, por leerme.
Fíjate que cuando he empezado a leer este escrito he creído que estabas medio enfadado con tus lectores, que no siempre entendíamos lo que quieres trasladar, y luego veo que acabas dándonos las gracias, a nosotros, cuando debería ser al revés
Escribe, pero sólo cuando te apetezca (que será casi siempre) y de lo que tú estimes oportuno (que será casi todo). El próximo que sea sobre una buena receta de flan de huevo, con azucar quemada y cocido lentamente al baño maría
Gracias a ti