RESPUESTAS
Parece ser que en esta comarca no va a dejar de nevar. Ya estamos otra vez, no sé cuantas van, con la maldita pala abriendo sendas. En el resto del país se despiden del temporal, pero nosotros lo tenemos viviendo aquí. Esto tiene su parte positiva, que no hay obra. Otra vez quietos, calentitos, sin un duro y a la espera. Así puedo dedicar tiempo a la libreta eléctrica.
Alguien pidió una segunda parte de la historieta del dentista. Alguien quiere saber ¿qué coño es un relé? La verdad es que yo esperaba, algún día, convertir esta libreta eléctrica en una especie de atractivo consultorio en el que, bajo una perspectiva humilde y básica de albañil, aplicando esta filosofía de obra que aquí nos gastamos, responder, aconsejar y aportar ideas frescas y novedosas para resolver las preguntas y problemas, trascendentales o no, de los lectores. Accesible para todos. Sí señor, un gran proyecto. Con el tiempo, recopilando este trabajo, podríamos publicarlo como “FILOSOFÍA DE OBRA” por ejemplo. O lanzarlo al mercado en fascículos: “Cuadernos de obra”. Cada mes en tú quiosco.
Empezar este gran proyecto explicando lo que es un relé, o dónde ha ido a parar mi muela, no se me parece demasiado, la verdad. Ya la cosa empieza a sonar a taller, a manos sucias. Nada de filosofía e intelecto. Como toda mi vida. Sin embargo, los principios de toda nueva empresa son duros, hijos. Vamos pues con la muela y seguidamente con el relé.
LA MUELA: No la echo de menos. No quería irse, se aferró a mi mandíbula superior con todas sus fuerzas. La anestesia no hacía el efecto esperado y yo, sumido en el pánico, tuve que darle palique a la dentista. Es muy duro dar conversación, y que suene interesante, a una dentista con esa jeringa en las manos. Intentar que olvide que estás allí, con la boca abierta y sus dedos hurgándote dentro. Se me inyectó otra dosis, aunque yo hubiera preferido largarme
-Tal vez pasado mañana la anestesia me haga efecto. ¿No cree?
No, no lo cree. De aquí no salgo con la muela. Yo hubiera podido darle conversación durante dos o tres horas, pero la doctora tenía otras cosas que hacer y se puso a la faena mientras mascullaba entre dientes:
-Espero que no se rompa.
-Y yo también. Dije. Aunque a mí no se me oyó, porque tenía mucho miedo y era muy pequeñín.
Ni me enteré, majos. Todo mi pánico se volvió agradecimiento, y mis nervios, relajo. Un trabajo perfecto, he de reconocerlo. Ahora tengo una estupenda relación con la dentista, sin rencores. Nada de miedo ni tonterías. Ojalá no vuelva a verla nunca más.
EL RELÉ: Casi nada.
Parece una palabra de uso corriente, una palabra de lo más común, pero no lo es. De momento, para definirla, sinónimos, no tiene. Cuando para comunicar el significado de una palabra, para explicar el concepto, hay que empezar diciendo: “Es una especie de…” ¡Mal asunto hijos!
Vamos con la primera definición: Dispositivo que, intercalado en un circuito, produce determinadas modificaciones en el mismo o en otro conectado a él.
Creo que está clarísimo. Esta definición solo es válida para los que ya sabían lo que era un relé antes de leerla. El que la escribió podía haberse tumbado a dormir la siesta y habría hecho el mismo trabajo. ¿Dispositivo? ¿Intercalado? ¿Modificaciones? O sea, una cuchara sopera atada a dos cables podría servir.
Vamos con la definición de la Real Academia Española: Aparato destinado a producir en un circuito una modificación dada, cuando se cumplen determinadas condiciones en el mismo circuito o en otro distinto.
¡Ala! Ahora ya sí. Ahora ya podemos estar seguros de que, lo que es un relé, no hay Dios que lo explique. ¿Aparato? ¿Modificación dada? ¿Circuito? Una cosa parece ser cierta, el relé, produce modificaciones, se intercala en un circuito y es muy, muy ambiguo, todo lo que a él se refiere. No me extraña que el mecánico de la clandestina estuviera tan perdido.
Explicar lo que es un relé es empresa sumamente complicada. Otros, como hemos visto, han fracasado en el intento, pero aquí, en la obra, no nos rendimos fácilmente. Así es que desde aquí, desde chambombo, aplicando nuestra triple filosofía, filosofía de obra y de andar por casa, vamos a explicar meridianamente CLA-RI-TO lo que es un relé.
El relé es a la mecánica, lo que el duende es al bosque. Listo
Está bien, profundizaremos en el tema. Vamos a sustituir las palabras artilugio, dispositivo y aparato, por otra que los engloba a todos; Chisme. El relé es un chisme. Es un chisme del que todo el mundo ha oído hablar, que aparece en nuestras vidas solo cuando se estropea. Nadie ha oído hablar de un relé hasta que falla. También es cierto que el relé se lleva la culpa, junto con las famosas escobillas, de sus fallos y de los ajenos, antes era la tapa del delco. Así, el resto de chismes pueden estar tranquilos, siempre habrá un relé o unas escobillas a las que lanzar al cubo de la basura. Además, como es tan difícil de detectar cuando está defectuoso, siempre se puede arrancar uno nuevo y echarle las culpas. Sin embargo todo esto en nada nos aclara lo qué es un relé. Para entender lo qué es un relé, es bueno partir de este caos, porque él, el relé, es quien pone el orden y cuando falla, llega el caos y esto se pudo comprobar en la historia de la Clandestina, y a mí ya empieza a fallarme uno, porque me estoy liando y no sé a quién echarle la culpa. Pero de aquí hoy no se va nadie sin saber lo que es un relé.
RELÉ- Aunque parezca mentira, esto es un relé: Cuando nos acercamos a una base militar, a un cuartel, en la puerta suele haber un soldadito encargado de subir y bajar una barrera para permitir o denegar el paso. Este soldadito y su barrera, son el relé famoso. El permiso para entrar no depende del soldadito, depende de 1- quién lo solicita, 2-para qué quiere entrar y 3-de la orden de paso del oficial de guardia. El soldadito, al igual que el relé, abre o cierra, pero mandar no manda nada. Cuando, por la razón que sea, alguien que no debería de entrar, entra, o a alguien que puede entrar no se le abre la barrera, se produce un fallo. ¿De quién ha sido el fallo? Ya todos lo sabemos, siempre, siempre, del relé.
Meridianamente cla-ri-to, majos.
Genial, definido de forma palmaria lo que es un relé ¡¡y mira que era difícil !! pero ¿ para que has dicho nada de la tapa del delco? anda que no lo he escuchado veces, -como “la junta de culata”-, y sólo sé que se ubica en el motor ¿o ya no? .
Yo estas cosas las mido por lo que me puedan rascar el bolsillo: que el relé cuesta arreglar 40 euros, pues menos mal, no era importante; que la junta de culata es para hipotecar el coche, pues nada, le doy dos besos y “pal” taller pa siempre
No solamente me ha quedado clarísimo lo que es un relé, sino que además me encuentro ahora en posesión de una verdad utilísima. A partir de ahora se acabó el esmero en hacerlo todo perfecto; lo importante es la identificación de un relé oportuno a quien hacer responsable de cualquier fallo que pudiera ocurrir.
Si yo me hubiera puesto a buscar la palabra en el diccionario, no habría entendido la definición. Sin embargo, con tus sabias explicaciones lo entiendo todo perfectamente. Gracias, Chambombo.
Eso sí, la inquietud de la tapa del delco se me ha despertado a todo dar.
La definición no puede estar más clara, entonces … a los que siempre pringamos se nos podría denominar relés, tanto en un taller, como en hacienda, por poner dos ejemplos.
Por cierto, para que no te sientas sólo frente al termporal de nieve, tengo que decirte que aquí, en Asturias, también ha sido muy generoso.