FUMADOR-DELINCUENTE

Voy a tomarme un café ¿vale? Voy a dejar que el tiempo pase mientras me entra por las narices ese aroma a relajo y vagancia que tanto me gusta, ese aroma a dejarlo todo para un poquito más tarde. Y un cigarro, voy también a fumarme un cigarro, otro aroma pecaminoso y despreciable en estos tiempos. Sí, yo también soy un apestoso fumador, un ser sin educación ni respeto por los demás, de esos que vamos fumando por los ascensores, las guarderías, en el autobús, intentando siempre molestar a aquellos respetuosos y siempre decentes no fumadores. Sí, así somos los fumadores, desgraciados sin vergüenza ni decoro. Un atajo de depravados siempre buscando algún quirófano o maternidad en los que poder fumar haciendo el mayor daño posible. Gentuza sin conciencia somos. Dispuestos siempre, en cualquier circunstancia y lugar, a echarnos un cigarro al morro y repartir cáncer entre los seres queridos y los que no lo son, en eso no somos egoístas, no señor. A veces, nos reunimos en covachas inmundas y lugares de reputación delictiva, para planificar la forma y manera de aniquilar al ser humano a base de escupir humo cancerígeno. Los hay que se pasan el día fumando en los respiraderos y las tomas de aire de los hospitales, algo radicales para mi gusto. Estamos pensando en pasarnos todos a las Farias y dejar el mundo que no se vea un burro a tres pasos. En ocho días no habrá más que cadáveres por las calles con ojos sanguinolentos. Farias, la guerra química.
Lo estamos pensando, porque no sabemos cuánto tiempo pasará hasta que nos declaren fuera de la ley, hasta que fumar sea el peor de los delitos y la justicia caiga sobre nosotros con todo su peso, y creen una unidad especial, de majaderos repartidores de hostias, anti tabaco, y nos lleven a presidio aunque vayamos a fumar a los túneles del tren o las minas abandonadas. ¡Dios! Hubo un tiempo en que fumar estaba bien visto ¿Y los indios? ¿No fumaban los indios? Aquella hermosa pipa de la paz. Claro, los indios eran salvajes, gente primitiva y sin cultura, por eso los destriparon a todos a cuchillo, hombres y mujeres, niños y niñas, todos acuchillados, por salvajes.
Voy a tomarme este café. A sentir este relajo y tranquilidad. Porque tal vez algún día, en la clandestinidad, no pueda estar tan relajado.

2 thoughts on “FUMADOR-DELINCUENTE

  1. Releo hoy este relato y me doy cuenta que hace casi año y medio que lo escribiste y ya vaticinaste lo que se venía encima. La nueva ley antifumadores, que no antitabaco porque la venta del tabaco deja mucho oro al gobierno, me parece un acoso y derribo a los que disfrutan de este placer. Yo no fumo pero aún así no estoy para nada de acuerdo con semejante ley, lo siguiente será también prohibirlo en la calle.

  2. Pues la respuesta al contendido de tu escrito te la han dado el 2 de enero de 2010, fecha a partir de la cual, tararí que te ví, NO SE PUEDE FUMAR MAS QUE EN TU CASA Y EN LADE DOS AMIGOS MAS.

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